Vivian Vindas Quirós
En los primeros 6 meses de vida del bebé, la leche materna es su alimento ideal, pero luego de esto, es el momento para empezar a introducir poco a poco al bebé a otro tipo de alimentos. Así que queremos comentarte de una técnica que nos gusta mucho. Se llama "Baby-led Weaning: la alimentación dirigida por el bebé."
Esta técnica consiste en brindarle los alimentos sin cortar en pequeños pedazos y sin majar, directamente sobre la mesa al bebé, para que regule lo que se come. Se le incentiva a que lo haga solo con sus manos, sin que el adulto le introduzca la comida en la boca. Siendo la boca un gran órgano de exploración, este método es ideal para que el niño explore con los alimentos sin presión y de una manera llamativa. Suena poco convencional, ya que lo que se acostumbra es a majar la comida del bebé y alimentarlo con cuchara. No obstante, ¡vamos a ofrecerles unos cuantos tips para ver si les interesa intentarlo con sus bebés!
- ¡Prepararse para el desorden!
- El bebé siempre debe de estar sentado y erguido.
- Se le ofrece una gran variedad de alimentos (preferiblemente los mismos que se comerán en casa con las modificaciones pertinentes para evitar peligros).
- Se le ofrece agua con la comida para ayudarle a digerir mejor.
- El bebé debe estar tranquilo, sin sueño y sin ganas de mamar (se le da de mamar primero).
- En la medida de lo posible hay que evitar distraerlos.
- Siempre hay que acompañarlos mientras comen.
- La comida NO debe estar majada. Sin embargo es ideal comenzar este proceso con alimentos suaves como verduras hervidas o frutas sin semillas.
- La introducción a los alimentos debe ser progresiva para evitar el riesgo a alguna alergia o intolerancia.
Finalmente, entre algunos de sus beneficios se encuentran:
- Permite al bebé desarrollar sus sentidos al descubrir texturas, colores, sabores y olores por sí mismo.
- Fomenta la independencia para poder descubrir qué les gusta y qué no les gusta a través de su propia exploración.
- Ayuda a mejorar la coordinación y la masticación.
- Involucra al niño en la mesa y lo hace sentir parte de.
- Evita que el niño o la niña se vuelva quisquilloso para comer.

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