Sylvia Castillo Cascante
El autor del libro El cerebro del niño explicado a padres, Álvaro Bilbao, menciona que:
Si tuviera que elegir solo una habilidad como la más importante a la hora de educar y ayudar a los niños en su desarrollo, diría que es la empatía, porque cada vez hay más estudios que indican que para el desarrollo emocional del niño lo más importante es sentirse comprendido. (Bilbao, Á., 2019, p.74)
Esta frase nos hace reflexionar acerca de cómo estamos enseñando y educando enfocados a la adquisición de habilidades y contenidos académicos y dejando de lado aspectos tan importantes como el desarrollo emocional, el respeto, la tolerancia, la empatía. Cómo la educación se ha transformado en adquirir y memorizar un listado de temas y no en aprender manejo de emociones, resolución de problemas y otros aspectos que son tan necesarios para la vida.
De igual manera, este autor, menciona que las emociones no son tangibles y son muy complejas de comprender, la única manera para que los infantes las conozcan y lleguen a ser capaces de identificarlas y regularlas es con un adulto que responda de manera oportuna a todas esas emociones, sentimientos y necesidades que irán surgiendo. Por esta razón es fundamental, nosotras como docentes, replantearnos a dónde estamos dejando esto, si estamos dando el acompañamiento oportuno a nuestros estudiantes, si validamos lo que están sintiendo y si somos realmente una guía en ese difícil y caótico camino de conocer las emociones.
Hacerle ver a los niños y niñas que lo que sienten es válido, comprender por lo que está pasando, atender sus necesidades, contenerlo cuando sea necesario, son acciones que permiten transmitir esa empatía por parte del adulto, enseñandole a regular sus emociones y favoreciendo el desarrollo emocional.
Es una gran tarea que tenemos con todos los estudiantes que pasen por nuestras aulas, la cual debemos asumir con responsabilidad y valentía, dar prioridad a los sentimientos y formar niños conscientes, con responsabilidad afectiva, críticos y sobretodo felices.
Bibliografía
Bilbao, A. (2019) El cerebro del niño explicado a los padres. Plataforma Editorial.
La frase con la que empezás tu entrada está bellísima. Así es, de la empatía es que parte todo lo demás. Debemos fortalecerla en los niños y niñas para que lleguemos a tener una mejor sociedad, más empática.
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