Actualmente es muy común encontrarse con familias en donde ambos progenitores necesitan trabajar para llevar el sustento a sus casas, incluso también existen las familias monoparentales en donde sin excepción se tiene que recurrir a lugares como guarderías o centros infantiles que atiendan a sus hijos e hijas mientras ellos cumplen con sus responsabilidades laborales. La mayoría de estos centros atienden a los niños y niñas en jornadas de más de 8 horas diarias por 5 días a la semana, abarcando la mayor parte del crecimiento y desarrollo de cada infante desde edades tempranas.
Si bien es cierto, en su mayoría estos centros velan por dar una verdadera atención a los niños y niñas ofreciendo educación, alimentación, programas de estimulación y recreación en pro del desarrollo del infante, razón por la cual los padres y madres depositan su confianza al dejar a sus hijos e hijas la mayor parte del día. Sin embargo, existe una necesidad que no puede ser sustituida por los educadores ni ninguna persona del centro y esta es el establecimiento de un vinculo de afecto con sus padres y madres.
Para Piedra (comunicación personal, 5 de octubre de 2020) una de las principales necesidades que los niños y niñas presentan en estos tiempos es la imposibilidad de establecer un vínculo afectivo fuerte y seguro con sus padres o madres debido a las largas jornadas laborales que estos presentan. De esta manera, los menores suelen estar faltantes de amor, cariño y atención por compartir en familia por pequeños periodos que entre quehaceres del hogar y tiempo se reduce el tiempo de calidad que puedan interactuar entre padres e hijos.
Además, para Matias, Ferreira y Matos (2019) las altas demandas laborales y todo el cansancio o estrés que estas pueden desencadenar en los adultos repercuten en la dinámica familiar y directamente en los hijos e hijas. Afectando principalmente el ámbito socioafectivo, ya que la falta de disponibilidad de estos puede afectar la regulación de las emociones del infante e incluso llegar a desencadenar problemas de conducta.
Por esta razón, es importante que como docentes conozcamos la realidad de las familias de nuestros niños y niñas y principalmente sus necesidades para poder acompañar a la familia y velar por el bienestar del menor. También es importante concientizar a los padres y madres acerca de la importancia de propiciar un vínculo afectivo seguro y encontrar en conjunto una estrategia para mejorarlo y así hacer que los minutos pesen más que las horas.

Referencia bibliográfica:
Matias, M., Ferreira, T., Matos, P. (2019) Paren´s and Children´s Emotion Regulation and the Work- Family Interface. Journal of Marriage and Family 81. 1110-1125. https://onlinelibrary-wiley-com.ezproxy.sibdi.ucr.ac.cr/doi/epdf/10.1111/jomf.12597


Totalmente de acuerdo con lo que planteas. Me parece que en la actualidad es muy normal ver a padres y madres de familia que trabajan la mayoría de las horas y el tiempo que pasan con sus hijos e hijas es sumamente pequeño. Es necesario que las personas adultas comprendan la importancia que tiene el compartir tiempo con los niños y niñas, tanto para el fortalecimiento de la relación, como para el desarrollo general de los más pequeños. El adulto, debe poder establecer un balance entre su tiempo de trabajo y el tiempo que pasa junto a su hijo o hija, bien sea haciendo tareas, acompañándole en sus hábitos de higiene o en tiempos de juego y recreación.
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